Dn. Juanjo CHAPARRO en un día de fiesta de la Iglesia Argentina.-

Hoy fue un día de fiesta para la Iglesia de Argentina. Por primera vez canonizado un argentino nacido criado y muerto en el país: el Cura Brochero. Un Pastor entregado por sus ovejas hasta morir con lepra por visitar seguido a un enfermo, como un signo de su pastoreo sin demora, sin asco, sin miedo…como diría Francisco.  Un Pastor que llegaba a todos, buscando los más difíciles y alejados, con los mejores medios posibles: las visitas, los ejercicios espirituales, la reconciliación, la celebración eucarística…Y como su horizonte era amplio, desde el corazón de Jesús vio sus necesidades, y entonces programó caminos, acequias, escuelas y hasta luchó por el tren que nunca llegó. Y mucho más.
  Brochero vivió su fidelidad día a día, sumando hermanos y hermanas a su trabajo pastoral: jesuitas, religiosas, misioneros…Hombre de Dios y de la Purísima, la Santísima Virgen María. Hoy bendecimos y damos gracias a Dios por este fruto de santidad, nacido en una familia cristiana que lo acompañó en su entrega al pueblo de Dios.

Un regalo, un aliento, una esperanza para los argentinos…Una invitación a cada uno para poner lo mejor de sí, que bien le hace falta a nuestra Iglesia y a la Patria. Hombres y mujeres con un mayor compromiso con los demás, para hacer una patria nueva.

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