“La mayoría del Sínodo está a favor de la comunión a los divorciados vueltos a casar”
“El Papa no quiere una Iglesia que tire piedras a los pecadores, sino que sepa acoger”
Jesús Bastante, 22 de octubre de 2014 a las 12:30 RELIGION DIGITAL
(Jesús Bastante).-
"El Papa no quiere una Iglesia que tire piedras a los pecadores, los
débiles, los que tienen dificultades, sino una Iglesia que sepa acoger".
Acaba de regresar de Roma, y antes de partir hacia Venezuela, ha hecho escala
en Madrid. Diego Padrón,
presidente de la Conferencia Episcopal venezolana, ha
participado en el Sínodo Extraordinario de la Familia. Un encuentro en el que
se puso de manifiesto la tensión entre dos grupos, pero también que se ha abierto
una puerta "que ya no se va a cerrar. La mayoría del Sínodo está a favor
de la comunión para los divorciados vueltos a casar".
Para Padrón, el Sínodo resultó
"un paso más en un camino que la Iglesia viene haciendo desde hace más de
un año. Antes de llegar a Roma ya estuvimos trabajando en base a una encuesta
que mandó Roma para preguntar a nuestros fieles, sacerdotes y miembros de
grupos de pastoral cuál era la situación de la familia y sus desafíos".
"El Pueblo ha participado:
el contenido del Sínodo fueron las respuestas que dio nuestra gente",
apuntó Padrón, quien incidió en que "no hay un documento definitivo, pero
la Relatio es la 'linamenta' del próximo Sínodo".
"En este sínodo encuentro que ha habido mayor participación. Había una gran libertad de expresión: en casa sesión había una hora final donde se podía tocar cualquier tema con entera libertad, y eso fue un enriquecimiento para el diálogo", señaló Padrón.
¿Cómo estaba Francisco? "El
Papa estaba muy contento, muy feliz. Encontramos un Papa que se ponía en la
puerta y le daba la mano a cada uno cuando pasaba", señaló Diego
Padrón, quien lo definió como "alguien muy cercano, uno lo podía saludar y
hablar un rato con él. Francisco también bajaba con nosotros en el momento del
café, y como cualquier otro iba a buscar su café, no en una taza de oro, sino
en un vaso de plástico. Eso nos dio un carácter de cercanía, familiaridad,
alegría... de ver al Papa tan cercano e igual a nosotros".
"Francisco participó en todas
las sesiones", prosigue el obispo. "No intervenía directamente, sino
que al final decía alguna pequeña palabra. Sí tuvo dos momentos: el inicial y
al final, con un pensamiento muy importante. Nos dijo: 'Personalmente, me
hubiera preocupado mucho y entristecido si no se hubieran dado estas tensiones
y estas discusiones animada'". El Papa no quería un rebaño de gente
muda o que bajara la cabeza. El Papa quería un debate claro."
Sobre las polémicas de la comunión
a los divorciados vueltos a casar, el presidente del Episcopado venezolano
reconoce que "sí se notó que había tensión, que había dos visiones
distintas, tanto en relación a los divorciados y vueltos a casar, como en
lo referente a las personas con tendencias homosexuales. Había dos tendencias.
Pero no hubo una diatriba violenta: se llevó de manera muy pausada, con gran
serenidad, con cordialidad. Cada cual expuso sus argumentos y con gran respeto
fueron todos aceptados".
Lo mismo ocurrió con el tema de los
homosexuales, que en principio "no era propiamente tema del Sínodo, pero
que entró en el debate".
"Tengo la impresión de que el
año que viene va a haber unos cambios en relación sobre todo al desafío de los
divorciados vueltos a casar", añadió Padrón, quien apuntó que "la
mayoría del Sínodo está a favor de una apertura. De dar, por ejemplo, la
participación en el sacramento de la comunión, poniendo unas condiciones, no de
manera general. Habrá que ver, discernir en cada caso. Pero es una postura
nueva".
"Yo creo que los tiempos han
cambiado -añadió-, y la familia tiene otros desafíos. Hay personas que se han
divorciado y vuelto a casar tienen gran sufrimiento. Hay que acompañarles. Y
creo que los auxilios de la Iglesia, los sacramentos, están para quienes más lo
necesitan". ¿Quién triunfó en el Sínodo? "No triunfó una opinión
cerrada, sino que la inmensa mayoría tiene una postura bien abierta".
Respecto a la situación en
Venezuela, Padrón mostró su preocupación por la crisis, denunciando que "el
Gobierno no tiene posibilidades de responder ni a los compromisos
internacionales ni a las necesidades del pueblo".
"En Venezuela hoy no hay
producción de nada, ni agrícola ni petrolífera. En Venezuela no se produce
nada, y todo se importa, pero resulta que hoy no hay lo mínimo, lo más
elemental, que es lo que la gente necesita. Cuando uno va a buscar medicinas
(como el paracetamol), la respuesta es que no hay, igual que sucede con los
alimentos más básicos. Son las clases más desfavorecidas que entran en un
descontento muy desagradable", subrayó, denunciando los problemas de
violencia e inseguridad. "En Venezuela nadie está seguro".
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