Enterado del pequeño incidente sanitario de Raúl, transmitidle mi saludo
fraterno, con la esperanza de que supere y se restablezca pronto y enteramente
del leve traspiés sanitario. Repetidle el consejo que me daba el párroco de mi
pueblo: “Hay que cuidarse, que buenos buenos, quedamos pocos”. Decidle que, como
las hermanas de Lázaro, ya le mandé recado al Señor: “Mira que aquel a quien
amas está enfermo”.
A TILANO ALAIZ
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