miércoles, 22 de mayo de 2013

IGLESIA QUE NO BAJA AL SUELO NO SUBE AL CIELO, Masía Clavel, teólogo.

IGLESIA QUE NO PISA EL SUELONO  SUBE AL CIELO,   Masía Clavel, teólogo.- 
 
Diálogo del ángel Rafael con el cura Juanico
Llamó con los nudillos, pero nadie respondió. Levantó suavemente el picaporte y entró con sigilo. Sobre el pupitre dormitaba Juanico, pluma en mano sobre la página emborronada. Se cortaba la frase en la segunda línea: “Hoy es el día de la Ascensión. Jesús subió a los cielos y está sentado a la dere…”

Ángel Rafael: Despierta, Juanico.
Cura Juanico: Ah, ¿eras tú, Rafael? Llegas a tiempo.
Rafael: Para echarte una mano en la homilía.
Juanico: Iba a empezar con lo del Credo, “a la derecha del Padre”
Rafael: Mal comienzo, no lo entenderán
Juanico: Me lo temía, pero…
Rafael: Tú homilía dialogada de la misa infantil, va para los mayores, ¿verdad?
Juanico: Dicen que ese día, lo entienden mejor las personas mayores.
Rafael: Pero en tu catequesis son gente avispada. Seguro que Paquito, que ve mucho cine, te pregunta si Jesús subió a los cielos con cohetes de propulsión individual en la mochila, como un héroe del 007. Y Angelita, tan espabilada, pondrá a Jesús en tercer lugar, y a la derecha del padre colocará a María como la Cospedal junto al Rajoy.
Juanico: A mis peques les pega decir eso…
Rafael: Tú empieza sin miedo, diles a mayores y menores que la ascencsión no es trepar a los cielos, sino bajarse a los suelos.
Juanico: Se quedarán desconcertados.
Rafael: Es lo que hacía Jesús desconcertando con parábolas; y, en vez de explicarlas, que quien pueda entender, entienda. La gente quedaba descolocada, luego caían en la cuenta y miraban desde el sitio en que los quería colocar Jesús. Nada de evadirse de este mundo al cielo, Jesús encarga a los discípulos bajarse al suelo.
Juanico: Bajarse a la vida.

Rafael:
 ¿Para qué? Como dice el salmo, “para levantar del suelo al pueblo empolvado, empobrecido e injusticiado”.
Juanico: Eso me gusta, será la homilía para la comunidad de base; se engacharán a compartir y tendrán mucho que decir. Pero los de domingo en misa de doce no van por ahí. Los hay del partido azul y del naranja, mitad y mitad. Pero ni los azules están con el pueblo, a pesar de presumir de populares, ni los naranjas por el bien común social, aunque se llamen sociales. Y ni unos ni otros están por bajarse al suelo con el Jesús del Evangelio. Esperan que les digas algo “políticamente correcto”, que no moleste, ni estorbe cuestionando, por ejemplo, sus primeras comuniones lujosas, como costumbre social poco religiosa…

Rafael
: Por eso mismo necesitan que lo digas. Dílo evangelio en mano.
Juanico: ¿Cómo?
Rafael: Por ejemplo, con Marcos 16, 7: “El que Vive va por delante de vosotros… en Galilea lo veréis”. Buscad a Jesús en lo cotidiano de la Galilea de empobrecidos e injusticiados. O con Lucas, en los Hechos 1, 1-11: “No os quedéis embobados mirando hacia arriba”. No viváis la religión como evasión de este mundo. No os escabulláis de la tarea de transformarlo. No ignoréis el problema del desahucio y desempleo.
Juanico: Así lo entiendo yo. Pero protestarán quienes me acusan de muy social y poco espiritual, se quejan de que me meta en política en la homilía, dicen que menos indignación social y más mística y espiritualidad…
Rafael: Díselo citando la carta a la iglesia de Éfeso. Dice que Jesús “subió a los cielos”, es decir, que “lo llena todo para salvarlo todo”. Ese es lenguaje místico.
Juanico: Entonces se enfadará la otra parte de la comunidad. Dirán que me pasé a la mística y me olvidé de lo social.
Rafael: No, la lectura social del evangelio es muy espiritual. Praxis social y contemplación no son incompatibles. Se entiende bien aclarándolo con Mateo 28, 20
Juanico: Pero Mateo, “tan eclesiástico y jerárquico”, parece decantarse por la “derechona”.
Rafael: Tampoco es eso, Juanico. Recuerda que, en el pergamino de Mateo 28, 16-20, va con tinta roja cuatro veces seguidas la palabra “TODO” (en griego “PANTA”) : “todo poderío…, todas las gentes…, todas las cosas que os inculqué…, todos los días a vuestro lado”. Ese “todo” es la palabra clave de la catolicidad y mundialización. No de la tan cacareada globalización, la de explotar a todos para enriquecer a unos pocos, sino la auténtica mundialización que levanta del polvo a todo el mundo, hace iguales ante la justicia a todos y todas, rescata a quien necesita ser rescatado y no a unos pocos financieros que no lo necesitan y fueron causa del empobrecimiento del resto.
Dice Jesús: “Se me ha dado todo poderío para liberar; no para dominar y explotar, sino para levantar del suelo a todo el mundo. Os encargo que os bajéis al polvo para levantar del suelo a todas las gentes tiradas por el suelo. Y cuando hagáis eso, estad seguros que yo estaré a vuestro lado todos los días hasta el fin de los siglos”. Ese es el “todo” de las Ascensión, ese es el “todo” de la verdadera mundialización de la paz y la justicia.
Juanico: Ya, leído así concuerda con lo que aprendía hace medio siglo en cursos de exégesis.
Rafael: Tú seguiste los de Juan Mateos y Alonso Shökel, ¿verdad? Su traducción comentada del Nuevo Testamento es de lo mejor que hay en español.
Juanico: Es la que sigo usando siempre, figúrate como será de buena que en alguna librería diocesana la prohibieron por orden del obispo.
Rafael: Señal de lo buena que es.
Juanico: Sus comentarios me ayudan a explicar cómo está presente Jesús, El Que Vive Resucitado, en la comunidad reunida por su Espíritu, la que prolonga su cuerpo y sustituye al templo. Está presente de cinco maneras, como expresan las metáforas de la Ascensión: 1) Está arriba, 2) a la derecha, 3) delante, 4) al lado, 5) y en todo.
1)Está arriba, lenguaje simbólico apocalíptico de victoria, “elevación” o “exaltación” (Lc 24,51).
2) Está a la derecha, lenguaje simbólico de juicio escatológico, “a la derecha del Padre”, desde allí vendrá a juzgar (Act 1,11).
3) Está delante, lenguaje simbólico del encuentro con Él en la praxis cotidiana, “en Galilea le encontrarán” (Mc 16, 7).
4) Está al lado, lenguaje simbólico de su presencia en la comunidad enviada en misión, todos los días hasta el final (Mt 28, 19-20).
5) Está en todo, lenguaje simbólico místico-cósmico: está en todo, ascendió “para llenarlo todo” (en griego: ina pleróse ta panta). Este quinto lenguaje es el más maduro, propio de la fe adulta, más allá de la magia, desmitificador, juntando mística y crítica social.
Rafael: Premio, Juanico. Pues ahora no hay más que ponerlo en práctica. Que la frase final de tu homilía sea la del comienzo. Ascensión significa bajarse a la vida, bajarse al suelo. Como Jesús y el Papa Francisco en el lavatorio de pies. Como el obispo Samuel de Chiapas, de quien decía los indígenas: “Desde que vino don Samuel, ya no andamos con cabeza baja. Don Samuel se bajó a nosotros y nos levantó, nos devolvió nuestra dignidad y ahora caminamos con la cabeza erguida”.
Juanico: Gracias, Rafael. Le pediré al obispo que me deje retirarme y te ponga en mi lugar al servicio de la parroquia. Una iglesia que no se baja al suelo no puede subir a los cielos.
  

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